Conozca a Julie Massé

 Julie Massé de niña en Japón

A principios de los 80 -hace años, recuerden, la gente no viajaba tanto como ahora- mi familia se trasladó a Tokio por motivos de trabajo de mi padre. Nací allí y viví en esta ciudad durante cinco años. Aunque nos marchamos cuando yo era sólo un niño, mi familia y yo seguimos muy unidos a Japón. Amo profundamente su cultura y sus tradiciones. Esta experiencia tan temprana de viajar lejos de Francia, descubriendo una cultura completamente nueva, ha sido probablemente decisiva en la formación de mi personalidad. 

La familia de mi padre tiene raíces en Grasse, y él estudió en la escuela de perfumería Roure. Tras su formación, decidió seguir una carrera de ventas en la empresa, en lugar de la creación. Pero su pasión por lo natural y los aromas seguía muy presente y viva. En casa siempre había materias primas, fragancias y papel secante. Desde mi más tierna infancia, me fascinaban. Incluso le pedía a mi padre que creara juegos en torno a olores y fragancias para mis amigos y eso me gustaba mucho. Y ahora hago lo mismo con mis hijos.

Más tarde, coleccionaba anuncios impresos de perfumes, arrancando páginas de revistas de papel satinado. Tenía toda una pared en mi habitación cubierta de preciosas imágenes de fragancias emblemáticas. De niña y de joven me encantaba crear cosas con las manos: serrar, hacer origami, joyas de fantasía... Transformar la materia en algo bello. Ojalá hoy pudiera tener más tiempo para hacer esto con mis hijos. Entrar en el mundo de las fragancias fue mi propia elección, mi propia inclinación. Aunque crecer en un entorno rodeado de fragancias me guió, no es sólo algo familiar. No recuerdo exactamente desde cuándo, pero para mí era obvio que quería ser perfumista y estaba decidida a serlo. Mi primer objetivo fue entrar en la escuela francesa de perfumería ISIPCA. Así que empecé estudiando química durante tres años antes de presentarme.

Tras graduarme, empecé mi aprendizaje en Fragrance Resources como "controladora de calidad" en Grasse. Entonces me fui de París a vivir con mi abuela durante dos años. Ella tenía una librería, una institución llamada "Les Beaux Livres". Mi familia y yo solíamos ir al sur de Francia sólo en verano. Así que fue estupendo pasar mucho tiempo a solas con ella.

Durante estos dos primeros años en Perfumería, conocí a mi mentor, Pierre Bourdon. Por aquel entonces, dirigía la filial francesa y el equipo de creación francés de Fragrance Resources. Nuestro primer encuentro fue en torno a una copa, me impresionó mucho. Por mi trabajo, le visitaba regularmente y soñaba con pedirle que fuera su aprendiz. Antes de su jubilación, decidió formar a dos nuevos jóvenes perfumistas; nos eligió a Julien Rasquinet y a mí. Recuerdo que cada mañana me despertaba pensando: "No puedo creer que mi sueño se esté haciendo realidad". Me enseñaba a la antigua usanza, con el método tradicional de Jean Carle, pero con el toque propio de Bourdon: perfumería clásica, formación sobre materias primas, ejercicios diarios sobre bases de fragancias. Aprendí lo que él llamaba "perfumería narrativa", que consiste en componer una fórmula desde cero en un papel, como si estuviera describiendo un paisaje o un cuadro. Cuando componía una de sus fórmulas, escuchaba con toda claridad la historia que quería contar. Durante tres años, tuve la oportunidad de compartir el mismo despacho con él. La gente venía a verle y yo aprendía mucho sólo con escuchar lo que ocurría. Incluso entonces, seguía impresionándome. Por ejemplo, llevaba un solo juicio a la reunión con un cliente, diciéndole que era el único. Y funcionó. También en Fragrance Resources, Benoist Lapouza fue un gran profesor. Me dio muchos consejos valiosos que todavía utilizo en mi trabajo diario. Cuando pienso en estos años, fue trabajo, formación y mucha diversión y risas con todo el equipo.

Entonces, conocí a Christine Nagel. Ella me empujó a ser atrevida, a expresar mi creatividad, a desarrollar mi propia firma personal. También aprendí a trabajar en equipo, algo muy importante en la perfumería actual, y me encantó. Christine se fue a trabajar a MANE. Seis meses después, me uní a ella. Después de siete años en Fragrance Resources, conocí a un nuevo equipo de perfumistas con talento con los que me encanta trabajar. Ha sido estupendo trabajar en Sí Armani con Christine, y más recientemente con Cécile Matton en Pivoine Suzhou de Armani, 37 rue de Bellechasse de YSL y Velvet Incenso de D&G.

En MANE, tenemos la oportunidad de trabajar con grandes ingredientes naturales. Tenemos un acceso único a la producción local de ingredientes naturales de la región de Grasse: jazmín, rosa centifolia, mimosa, etc. MANE ha desarrollado también varias asociaciones exclusivas con agricultores para obtener material sostenible de alta calidad: vainilla, geranio y vetiver en Madagascar, pimienta de Timur en Nepal o mirra en Namibia. Hace unos meses, visité a los productores locales de materia prima en Madagascar, ha sido una experiencia increíble. Fue muy emocionante rastrear estos aromas hasta sus orígenes. Es algo que siempre recordaré.   

 

Hasta hoy, mi inspiración suele venir del arte visual: el impresionismo con Whistler o Monet, el diseño gráfico, Andy Warhol. Como mi marido es arquitecto, cada vez soy más consciente de la composición de los edificios y de la importancia de la arquitectura en las ciudades. La inspiración también viene de la comida, salada y dulce. Me encanta probar nuevos sabores, ingredientes y recetas en mi cocina o en un restaurante. 

Foto de Dom de Vetta y Julie Massé 

Los encuentros también son clave. Dom De Vetta, fundador de Shay and Blue, confía en mí para traducir su visión creativa en fragancias. Es muy raro trabajar con una marca que te da tanta libertad. Es estimulante.

Me encanta crear acordes desde cero, encontrar contrastes y vínculos, construir una fragancia y mantener la fuerza del acorde. Hablando de materias primas, me apasiona el naranjo y todos sus elementos: desde la cáscara de la fruta hasta la nota floral y delicada del neroli o la rica faceta de miel del absoluto de flor. Me encantan todos y me transportan inmediatamente al jardín de mi abuela en Grasse, que ahora es el de mi madre. Mis raíces mediterráneas son cruciales en mi vida y probablemente alimentan mi creatividad. En cuanto puedo, visito todo el año a mis padres, que ahora viven en Grasse. El jardín de mi madre es un paraíso para un perfumista, una verdadera antología de plantas aromáticas mediterráneas: rosa centifolia, geranios de todo tipo, naranjos y limoneros, heliotropo, hierbas aromáticas (salvia, romero, tomillo...), jazmín, iris, pittosporum, nardo... ¡Es simplemente mágico! 

En Grasse, me encanta ir a visitar a los agricultores en sus campos de rosas, jazmines, nardos... Hablar con ellos, oler las flores, ver a la gente trabajando en el campo, éste es el corazón de mi profunda pasión, cada vez me transporta. - Julie Massé, perfumista de Mane

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