- Por Shy Hossieni
El vínculo entre el perfume y los recuerdos
¿Por qué somos tan sentimentales?
También conocido como el Efecto Proust, los olores y los sentidos pueden "actuar como puertas a recuerdos perdidos".
El olfato puede ser un mejor disparador de recuerdos que la vista. Cuando huelo algodón de azúcar, retrocedo en el tiempo. De repente, estoy de vuelta en la playa, caminando por la arena con mi padre, donde pasé muchos veranos mientras crecía. Si hoy lo huelo, me transporto instantáneamente a esa época llena de una profunda sensación de confort y seguridad.
El sentido del olfato es el primero que evolucionó en los seres vivos. Nuestros ojos sólo tienen tres tipos diferentes de receptores sensibles al color, lo que nos permite percibir todo el espectro de colores. La nariz humana puede detectar billones de olores gracias a más de 1.000 tipos diferentes de receptores.
"Cuando un perfume tiene la capacidad de provocar una emoción, se convierte en parte de la vida de quien lo lleva" Claire Bingham.
¿CÓMO FUNCIONA?
Tanto si tiene recuerdos vívidos relacionados con los aromas desde los 6 años como si sólo recuerda su primera fragancia a los 13, es innegable la fuerte asociación que existe entre nuestro sentido del olfato y la memoria. Por eso es tan importante elegir fragancias que nos recuerden nuestros momentos felices. Por ejemplo, las fragancias gourmand pueden traernos recuerdos entrañables de la tarta nupcial del día de nuestra boda, mientras que el aroma del almizcle puede recordarnos a un ser querido. Si tenemos alguna respuesta innata a los olores es la cautela. Los bebés y los niños pequeños se muestran cautelosos cuando se exponen a olores desconocidos, independientemente de que los adultos que les rodean los clasifiquen como agradables o desagradables.
DIFERENTES TIPOS DE RECUERDOS
Aunque la memoria olfativa tiende a idealizarse con sentimientos positivos, también puede evocar sensaciones desagradables. De hecho, ciertos olores, como el de la comida en mal estado o ciertos productos de limpieza, nos alertan para que los evitemos. El apego a un olor puede ser tan profundo que se convierta en parte de tu identidad. Si pasas por una ruptura, lo último que quieres es oler algo que te haga sentir triste. Cambiar de perfume es fácil. Te ayuda a gestionar tus emociones, te aleja de viejos recuerdos y te permite crear otros nuevos.
Huele largamente los libros de bolsillo de esa librería de segunda mano o el perfume de ese viejo frasco. Es un efecto secundario positivo de cómo está conectado el cerebro que los recuerdos empiecen a inundarte. Gracias a nuestra memoria olfativa, somos capaces de elegir un perfume entre un millón porque, de un modo aparentemente inexplicable, despierta algo en nosotros cuando lo olemos.
Escrito por Beckii Jane